Durante el fin de semana se supo que EE. UU. impondrá aranceles del 30% a todos los productos de la UE a partir del 1 de agosto de este año. En respuesta, la UE se prepara para intensificar su interacción con otros países afectados por los aranceles de Donald Trump, tras una serie de nuevas amenazas dirigidas al bloque y a otros socios comerciales de EE. UU.
Este paso de Washington es, sin duda, un serio desafío para la economía europea y pone en duda el futuro de las relaciones comerciales transatlánticas. La imposición de aranceles del 30% no solo aumentará significativamente el costo de los productos europeos en el mercado estadounidense, sino que también creará incertidumbre para las empresas, dificultando la planificación e inversión a largo plazo.
La reacción de la UE ante las acciones de EE. UU. es predecible. El fortalecimiento de la cooperación con otros países afectados por la política proteccionista de Trump puede llevar a la formación de nuevas alianzas comerciales destinadas a contrarrestar la presión estadounidense. Esto, a su vez, podría cambiar el panorama geopolítico y conducir a una redistribución de los flujos comerciales. Los contactos con países como Canadá y Japón podrían incluir la coordinación potencial de acciones.
El lunes, la jefa de la UE para asuntos de competencia, Teresa Ribera, declaró que el bloque busca profundizar los acuerdos comerciales con India y otros países de la región Asia-Pacífico. «Necesitamos estudiar hasta dónde y con qué profundidad podemos avanzar en nuestras relaciones con otros países de la región del Pacífico», dijo Ribera desde Pekín, donde llegó para negociar con funcionarios chinos sobre cuestiones climáticas. Destacó las negociaciones comerciales en curso entre la UE y la India, que se espera concluyan a finales de año.
La víspera, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció que el bloque extenderá la suspensión de las contramedidas comerciales contra EE. UU. hasta el 1 de agosto, con el fin de brindar la oportunidad de continuar las negociaciones. Estas medidas fueron tomadas en respuesta a los aranceles previamente impuestos por Trump sobre el acero y el aluminio, luego fueron suspendidas por primera vez y debían entrar en vigor a la medianoche del martes. «Al mismo tiempo, continuaremos preparando nuevas contramedidas para estar completamente preparados», declaró von der Leyen a los periodistas en Bruselas el domingo, reiterando la preferencia de la UE por una solución negociada.
La lista actual de contramedidas afectará a productos estadounidenses por un valor de unos 21 mil millones de euros, mientras que la UE tiene preparada otra lista por un valor de unos 72 mil millones de euros, así como algunas medidas de control de exportaciones, que serán presentadas a los Estados miembros hoy mismo.
Von der Leyen también afirmó que la herramienta coercitiva de la UE, el instrumento más poderoso del bloque en materia comercial, no se utilizará en esta etapa. «El mecanismo internacional de interacción está creado para situaciones de emergencia», dijo. «Aún no estamos listos para ellas».
En un mensaje en redes sociales en respuesta a la declaración de Trump, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, pidió acelerar la preparación de contramedidas eficaces, incluido el instrumento de combate, si no se alcanza un acuerdo antes del 1 de agosto. El canciller de Alemania, Friedrich Merz, declaró la noche del domingo que los aranceles del 30% golpearán a los exportadores de la mayor economía de Europa hasta los cimientos, si no se logra una solución negociada al conflicto comercial.
Los economistas de Goldman Sachs Group Inc. señalan que la tarifa aduanera propuesta del 30%, combinada con los aranceles sectoriales vigentes y la tasa esperada para productos críticos, elevará la tasa efectiva de aranceles aduaneros de EE. UU. sobre productos de la UE a 26 puntos porcentuales. En caso de implementación y mantenimiento de esta política, el PIB de la eurozona disminuirá un total de 1,2% para finales de 2026.
Aunque la UE intentó alcanzar un acuerdo preliminar con EE. UU. para evitar el aumento de aranceles, la carta de Trump socavó el reciente optimismo de Bruselas sobre las perspectivas de alcanzar un acuerdo de último minuto. Otros países, como México, que también estaban negociando con EE. UU., se sorprendieron al recibir cartas similares.
En cuanto a la situación técnica actual de el par EUR/USD, ahora los compradores deben pensar en cómo recuperar el nivel de 1.1710. Solo eso permitirá apuntar a la prueba de 1.1740. Desde allí ya se puede llegar a 1.1790, pero hacerlo sin el apoyo de grandes jugadores será bastante problemático. El objetivo más lejano será el máximo de 1.1825. En caso de caída del instrumento de negociación, solo en la zona de 1.1660 espero alguna acción seria por parte de los grandes compradores. Si no hay nadie allí, no estaría mal esperar una renovación del mínimo de 1.1625 o abrir posiciones largas desde 1.1595.
En cuanto a la situación técnica actual de el par GBP/USD, los compradores de la libra esterlina necesitan recuperar la resistencia más cercana de 1.3490. Solo eso permitirá apuntar a 1.3530, nivel sobre el cual será bastante problemático consolidarse. El objetivo más lejano será la zona de 1.3570. En caso de caída del par, los osos intentarán tomar el control en 1.3450. Si logran hacerlo, la ruptura del rango asestará un golpe serio a las posiciones de los toros y empujará al par GBP/USD hacia el mínimo de 1.3411 con perspectiva de alcanzar 1.3376.